LA ESCRITURA
Y así, a golpes craneales
entre la locura y la genialidad
supurando odio
amarrando niebla
gritas
y arañas
el cielo.
Pero duele tanto,
tu garganta duele
tu pelo transpira sangre
en tus uñas se gesta la muerte
que apesta.
Y escribes
porque escribir es
vivir, pensar y amar.
Y piensas
que él puede temblar un rato
a media noche
entre pensamientos que erizan
las picaduras.
Sí, te puede amar durante un abrazo,
y a lo mejor después
si tu olor es tan fuerte que aguanta en sus manos
dos segundos más
hasta que gira y se va
y escribes. Escribes.
Y piensas que allí también se escribe,
entre metralla barro y arroz
hay ojos que escriben
cuando no quedan lágrimas.
Y los ombligos también escriben
hinchados de sueños
de miedos
de momentos que duran
hasta lo absurdo o el metal
de las venas.
Y tú escribes
que jamás nadie.
Y paras, porque la lista no acaba.
Nadie sabe lo que sabes,
observas condenado a no ser visto.
Soledad destripada,
seca-la soledad,
en tu hueco
convexo
te destripa,
y escribes
y sangras
y acabas
sin saber
por qué.
EXTRAÍDO DE LA ANTOLOGÍA”ESTACIONES DESNUDAS “-EDITORIAL COCÓ
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