No me he podido resistir a la tentación y, nada más finalizar el primer libro me enfrasqué en la lectura del siguiente. Esta segunda parte nos presenta de nuevo a los personajes de la anterior entrega: el abogado, Prit, Lucía, Sor Cecilia y, por supuesto Lúculo llegando a Tenerife, que junto a Gran Canaria son uno de los pocos lugares seguros del planeta. Trama más fresca que en la novela predecesora, y con un ambiente marcial por todos lados. El autor elimina con gran sentido del humor a toda la clase dirigente de este país de un plumazo. Y nos regala un rey inaudito que es motivo de confrontación de los seres vivos que quedan en esas islas anteriormente citadas. Nuestros héroes regresan a la Península, siempre obligados, a cumplir una misión para el beneficio de todos los supervivientes. Pero las cosas siempre se complican, y mucho, alrededor de nuestros personajes. Y luego están pululando por ahí, como en el anterior relato, los No Muertos. El final es abierto, lo que nos lleva a deducir que, posiblemente, existirá un tercer libro. Esperemos que salga pronto.
Editado en PLAZA Y JANÉS.
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