Una entretenida novela, con uno de los finales más desconcertantes que haya leído, ha sido mi acompañamiento en estos días de continuo aclimatamiento a nuevo trabajo, nueva forma de vida, nuevos modos. Tan nuevo, nuevo todo que fue el primer libro que me acompañó en este nuevo año, siendo ya un libro de hace unos pocos años, continuamente reeditado. La novela es eso, una manera de homenajear a los tuareg, los amos del desierto, en la que Gacel Sayah "El Cazador" es el protagonista absoluto de la trama. Novela llena de tópicos y típicos, pero que me ha servido para evadirme de las continúas comidas de cabeza que últimamente, me agobian bastante. Último de los libros que me acompañó desde Illescas a Sevilla. Ahora he de leer o bien prestados, o bien comprados por aquí, hasta una próxima visita y traída de remesa de libros, que allí dejé muchísimos por leer. Como curiosidad, no he conseguido localizar la portada del ejemplar que yo leí y he subido aquí una cualesquiera de las imágenes que he podido conseguir por la red.
Editado en PLAZA Y JANÉS.
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