UNA ABSURDA (PERO NECESARIA) AUTOJUSTIFICACIÓN

Casi caigo en la trampa. Pero no, al final no. He estado a punto de presentarme a un certamen literario además con elemento crematístico por medio. Pero No. La escritura es libre, en mi humildísima opinión. Y no debe ser impuesta. Yo escribo, cuando escribe, que no es siempre, sino a impulsos. Al igual que la lectura. Me encantaría disponer de mucho más tiempo para dedicarme a leer, a escribir y a otras cuitas. Pero mi trabajo como que me lo impide un poco. Aún así, últimamente estoy florecido. Leo por este mar de bitácoras blogs que van y vienen y muchas nuevas de eventos poéticos, musicales y demás etcéteras. Y de veras que me alegro por que se celebren aunque yo lamentablemente no pueda acudir a casi ninguno. Mi tarde libre es la del lunes. Y ya dice el refrán:”Los lunes…atunes” Quizá por eso los lunes no haya nada. Salvo una vez al mes la reunión del fanzine. También sé que últimamente este blog anda flojito porque precisamente su administrador lo está. Estoy con los cinco sentidos puesto en la próxima edición del POESÍA EN LOS BARES que espero que resulte igual que los anteriores. Yo dije y he dicho que organizo estas fiestas (para mí lo son) con el único afán de pasarlo bien entre las personas que nos gusta una cosa en común: la Poesía es el vínculo. Creo que, humildemente he unido a gente. Y de verás que me alegro. Y no quiero méritos. De veras sé que mi escritura y una tifa de perro con sinónimos. Mi defecto es la inconstancia. En todos los aspectos de mi vida. No conozco a nadie más inconstante que yo, que se canse tan pronto de hacer algo. Y que no siga un camino. Y que todo, absolutamente todo le importa poco o más bien poco, o más bien nada. Pero soy así y así me iré. Uno es como es y remediarlo no puede. Y la gente no cambia. Sé que la escritura es dolor, constancia y sensación de desahogo ante ese papel que te “llama”. Y de verás que gozo al escribir. Pero sólo cuando me sale. Y eso es imprevisible. Como un buen día. Por uno bueno hay muchos malos. Quizá hoy sea uno de ellos y por eso estoy escribiendo esto por aquí. Pero necesitaba una auto justificación ante algo que iba a hacer y que quizá después me costase un arrepentimiento. Sé que nunca dejaré de escribir ni de leer, ni de ser el Kebran. Me toca, de nuevo reflexionar sobre para qué y porqué.