Entre tanto dime y direte que últimamente me acontece he de comentar que, al fin he encontrado una habitación con, al menos, una puerta y una ventana. Además de con agua caliente para darme esas necesarias y tonificantes duchas de las que antes adolecía. Tuve que tirar de piadosas mentiras para abandonar el chamizo que antes habitaba, de cuya ubicación no quiero acordarme. Ahora estoy a cinco minutos del trabajo, y creo que mi calidad de vida mejorará. El tiempo lo dirá. Sigo leyendo y dejando por aquí mis impresiones. Sigo siendo.
2 comentarios:
me alegro hermano.
Y lo diré siempre...
Que te quiero un huevo de avestruz enorme.
ANA PATRICIA :)
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